Necesito perderme para encontrarme.

Sí, quiero perderme. Coger un avión sin dar más explicaciones que un "Me voy" y conocer distintos países, descubrir distintas culturas, afrontar los retos que ello conlleva: Lenguaje, comida, problemas de vuelos...
Todo eso y más es lo único que quiero. ES MI SUEÑO. Y mi sueño me acapara todo el día.
Trabajando, las 8 horas estoy pensando en qué podría visitar de tal sitio, qué maleta podría escoger por eBay, cómo quiero el hotel que voy a coger, qué camara comprarme para que los vídeos que haga tengan buen audio, sacarme el B1 de inglés...

Quiero llegar a casa con cientos de acentos distintos. Hacer fotos hasta llenar mi disco duro. Hacer miles de amigos por el mundo, ¡y volver a visitarlos!

Quiero abrir el libro del mundo y no quedarme en la primera página.

Quiero... llegar a ser vieja, sentirme realizada y en paz conmigo misma, y tener miles y millones de anécdotas que contar a mis hijos y nietos.

Quiero que al morir llegue al cielo despeinada y sudando diciendo: Uff, ¡vaya viajecito!